Un billete de cinco lucas es más valioso de lo que parece. Puede servirte para comprar una malla de paltas, un café de especialidad o para pagar el estacionamiento un día completo. Pero la realidad es que sirve para algo mucho más significativo: recordarnos todos los días, que existió Gabriela Mistral.
Gabriela Mistral ilustrada por @bosquetero
Pero, ¿Quién es Gabriela Mistral además de la legendaria poetiza chilena conocida a nivel mundial?
Recibió el Premio Nobel y el Nacional de Literatura, participó activamente de la Liga de las Naciones, trabajó como cónsul. Recorrió el mundo entero publicando en diarios y revistas su visión del mundo. Pero no es esa la parte que hoy queremos homenajear de ella. A 132 años de su nacimiento, queremos destacar su lado más íntimo, como mujer, como amante, aquellas experiencias que hicieron que gran parte de sus palabras se encuentran aún tan actuales como cuando fueron escritas.
Si ven el documental “Locas mujeres” (ganador del premio del público en Sanfic 2011) van a descubrir el lado más íntimo y emocional de Gabriela Mistral. María Elena Wood reunió material inédito y emotivo que cuenta la historia de amor entre la poeta y su pareja 30 años menor, la escritora norteamericana Doris Dana.
Captura del documental “Locas Mujeres”
El documental muestra la bella y profunda relación de admiración y compañía que compartían las escritoras. Conmueve con fragmentos de cartas, videos, esta relación que comienza en un flechazo instantáneo en el Barnard College, la convivencia en Long Island, el episodio doloroso que vive Mistral tras el suicidio de su hijo Yin Yin, y el romance tan puro como apasionado que sostuvieron hasta los últimos días de la Mistral.
El eco que mantiene vivo a Gabriela Mistral es el grito de su corazón y en este documental creemos que se transmite muy claramente el sonido de ese eco que aún hoy nos sirve de guía en el amor. Hay que sentir de la mano de nuestros poetas. Y recordarles es volver a sentir.
“(…)No tomaré nunca tu libertad. Guárdala entera. No te pediré nada, excepto tu compañía por algunos meses. Yo la cuidaré. La defenderé a usted. De usted misma, de sí misma. Y también de mí misma. Me costará dolor, pero lo haré. Yo deseo no quedar viviendo (no vivir) muy lejos de ti.”
